Dos historias convergentes

Andrea y Raquel no tienen nada que ver. Andrea es la autora de ‘13’ y a Raquel ni la conocéis. O sí.

Quien conozca a una sola niña que haya querido jugar a fútbol, ya no que haya jugado, no, que haya querido jugar. Esta novela, como bien se autodefine, ‘para las que no pudieron’, va para las que hayan querido jugar a fútbol e independientemente de que lo hayan hecho o no, han pasado por el camino de lo que supone jugar a fútbol siendo mujer. 

Pero, permítanme que me contradiga, de eso tampoco trata este libro. No viene a reivindicar el papel que se merece la mujer en el fútbol, ni el papel de la niña del patio del colegio. No. Este libro va para las que han querido jugar en el patio del colegio de primeras y luego han llegado a lo más alto, pero también para las que simplemente se conformaron con el patio, no quisieron o no pudieron seguir. Así es, va para cualquier persona, independientemente de que haya jugado o no a fútbol. 

 

Y así lo narra Andrea y así lo vive Raquel. En algo sí que se parecerán, entiendo yo. Raquel crece de la mano, paradójicamente, del fútbol femenino. Y su crecimiento, paradójicamente, acompaña al crecimiento del fútbol femenino. Vive en la época en la que las madres sufrían al ver a las niñas jugar, vive en la época en la que los vestuarios para ellas no existían (todavía no había llegado Rubi), ni las camisetas. Raquel crece, paradójicamente como el fútbol femenino, con momentos de desapego, de pérdidas, de decepciones. Pero, también, paradójicamente como el fútbol femenino, Raquel sabe lo que es seguir luchando y cogerse de la mano del que sí apuesta por ti. Raquel, como el fútbol femenino, sabe que lo que persiste, se perfecciona, cueste lo que cueste.

 

Si Raquel fuera de verdad, si no fuese un personaje ficticio, si cualquier persona de una edad temprana pudiera conocerla y saber de qué están hechos sus sueños, dirían que no son sueños. ‘13’ es el libro que, como bien se define a sí mismo, ‘para las que no pudieron o se quedaron por el camino’. Muy pocos les han dicho a las que han podido, que podían. Muy pocos le habían dicho a cualquier niña que ahora juega a fútbol y que, independientemente de la categoría en la que esté o a la que pueda llegar, que disfrutara y juegara. Hasta ahora porque muy poca gente ha sido capaz de hacer lo que ha hecho Andrea a través de las manos, el corazón y el tesón de Raquel. 

 

Aquí, cuando alguien se adentra en las páginas de ‘13’ conoce lo que se vive en el fútbol humilde, haya jugado o no. Descubre el esfuerzo de una madre, la que siempre está y la que siempre cree. Toda madre que haya tenido una hija futbolista y lea este libro, se verá cuasi fotocopiada en estas páginas. Se verá a ella, a su hija y la relación entre ambas. Una madre que al principio rechazará pero que no dejará ningún esfuerzo que en su mano esté por ver hacer lo que su hija quiere. 

 

Dos historias paralelas de crecimiento que convergen en algún momento y a pesar de no saber cuándo, por todos es conocido aquello de que lo bonito es disfrutar del camino. Ya llegará. Todo llega. 

 

Y, aunque a Andrea no la conocéis, o sí, a Raquel la tenéis muy cerca. Más allá de estas páginas.  

Comentarios