Welcome to the jungle


¿Qué le puede producir a alguien que se asemeja con un colchón antiguo, cuando oye Vicente Calderón?

Quizás piense, que en ese campo han ocurrido miles historias bonitas, no tan bonitas pero siempre irrepetibles. Quizás no se le ocurra nada, quizás solo recuerde un equipo que es incapaz de ganar al imbatible ‘Special One’, porque siempre que van a su campo les hacen pasar el mayor de los ridículos, cuando un animal está sin cazar una temporada y van a allí, a la caza del animal, el animal está cada vez más hambriento y ataca a más no poder, y entonces esa mala racha acaba. No está solo, el animal tiene uno por encima de él y luego están todas las demás crías, y si uno está cabreado es peligroso, pero si está toda la manada puede ser el fin y continuar con la caza hasta conseguir el reino. Porque esta manada puede ser capaz de inhabilitar al jefe de los visitantes, al mismísimo tigre, y hacer que este no cace, sienta temor y frío. Ese ser superior que hace que sus súbditos enfaden y perdonen el mismo día, la misma noche de caza. Cuando se les cae todo encima y ni el abrigo de otros puede, cuando han creído en el mayor y tienen el aire superior, siempre llega lo peor, la tormenta perfecta en la que los grandes vuelven a atacar, y de repente ese aire pasa a la velocidad del rayo de esa tormenta que nunca habrían imaginado y arrasa con todo lo ganado. Estos grandes que hacen que el más sabio y humilde se convierta en el ser más estúpido y soberbio que haya existido. Una cuadrilla que toca y ataca a la vez que muerde y daña.

Pero todo tiene su fin, quizás el día que esta manada de bestias, visite el yacimiento de los inferiores, no tengan tantos súbditos en los que apoyarse, quizás ese día de visita se convierta en la peor pesadilla, habrán sumado potencial y creado el reino de los invencibles, en los que los grandes tropiezan y pasan hambre. Quizás el animal hambriento, se convierta en animal sediento y de ahí será imposible salir, el tigre podrá morder y dañar como antes otros hacían, esas alimañas pequeñas y ruines visitantes, se habrán convertido en alimañas poderosas y con un imperio a sus pies incontrolable. Este día llegaran a controlar el lugar de partida, pero no todo el vasallaje, ya que a partir de ahí están los reyes del alimento principal de todos esos seres inquietos y aun con cierta hambruna, que estos controlan y reparten.

Quizás cuando un autentico ‘colchonero’  escucha Vicente Calderón, ve la victoria de un Atl. Madrid al eterno rival, del mismo lugar pero distinto suburbio. Quizás sea el final del imperio madrileño y el principio de la jungla.

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